No, esto no es un test. Anoche
empecé a leer el Banquete de Platón
ya que pensaba hablar este miércoles sobre el amor, pero me encontré con una
idea curiosa en las primeras páginas. Les dejo la parte del texto que me
provoco dicha reflexión:
―Aquí, Sócrates, échate junto a mí, para que también yo en contacto
contigo goce de esa sabia idea que se te presentó en el portal. Pues es
evidente que la encontraste y la tienes, ya que, de otro modo, no te hubieras
retirado antes.
Sócrates se sentó y dijo:
―Estaría bien, Agatón, que la sabiduría fuera una cosa de tal naturaleza que, al ponernos en contacto unos con otros, fluyera de lo más lleno a lo más vacío de nosotros, como fluye el agua en las copas, a través de un hilo de lana, de la más llena a la más vacía.
Esta
parte del texto viene con una nota a pie de página, la cual es la siguiente:Sócrates se sentó y dijo:
―Estaría bien, Agatón, que la sabiduría fuera una cosa de tal naturaleza que, al ponernos en contacto unos con otros, fluyera de lo más lleno a lo más vacío de nosotros, como fluye el agua en las copas, a través de un hilo de lana, de la más llena a la más vacía.
De acuerdo con la
aplicación de la ley de capilaridad se puede hacer pasar el agua de un vaso
lleno a otro vació a través de un hilo de lana, cuyos extremos unen ambos
vasos; el experimento sólo funciona si el vaso lleno está a un nivel más alto
que el vació. La idea de que la comunicación intelectual podría efectuarse por
contacto físico era una creencia común entre los griegos.
Así que después de leer esto me puse a investigar un experimento de capilaridad, parecido al de las copas y el hilo de lana. Me tope en internet con un experimento para niños que no solo explicaba de forma sencilla el fenómeno ocurrido, sino que también lo replicaba de distintas formas. El experimento es el siguiente: Se necesitan dos vasos, papel de cocina o mayordomo como yo lo conozco, agua y colorante líquido para alimentos (para que sea más vistoso). El proceso consiste en llenar de agua hasta la mitad uno de los vasos y añadirle el colorante, luego retorcer una hoja del mayordomo y conectar ambos vasos el lleno y el vació introduciendo dicha hoja hasta el fondo de estos para posteriormente con paciencia, esperar unas horas para que el experimento realice su magia.
¿Por qué sucede esto? ¿En qué consiste la
ley de capilaridad? ¿Por qué el agua puede ir por así decirlo en contra de la
gravedad?
Esto se explica muy bien en la página del experimento, que dice lo siguiente:
Capilaridad. Para
entender este proceso vamos primero a recordar dos importantes propiedades del
agua debidas a la estructura de su molécula.
La molécula de
agua está formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno dispuestos de
tal manera que por el lado del oxígeno posee carga negativa y por el lado del
hidrógeno carga positiva. Esta diferencia de carga es lo que hace que la
molécula de agua sea polar.
Pensemos en las
consecuencias de esta disposición: como las cargas de distinto signo se atraen,
las moléculas de agua se van a atraer fuertemente entre ellas. Esta propiedad
del agua se llama cohesión. Y ahí no
queda todo porque también gracias a su polaridad, el agua presenta una gran
atracción por otras sustancias distintas a ella. Por ello, el agua tiene una
elevada adhesión.
Resumiendo:
Cohesión: atracción
entre las moléculas de agua.
Adhesión:
atracción por otras moléculas distintas.
Ahora ya estamos
en condiciones de explicar la capilaridad. La capilaridad o acción capilar es
la capacidad que tiene el agua de ascender en contra de la gravedad por
pequeños tubitos, poros o capilares. El que el agua pueda desafiar así a la
gravedad se debe a las propiedades de adhesión y cohesión del agua. El agua se
pega a la superficie del tubito por adhesión. Las moléculas que se han adherido
a la superficie del tubito están fuertemente ligadas a otras moléculas de agua
(gran cohesión entre ellas). De este modo las moléculas que se han agarrado al
tubito arrastran a sus moléculas vecinas tirando de ellas hacia arriba. Y el
agua consigue trepar.
Ya
comprendido el experimento. Ahora te
recomiendo que lo realices tú mismo. Y como comentaba hace rato, este
experimento se replica en la página de distintas maneras, uno usando tres
vasos, dos de ellos con colorante distinto para más tarde mezclarse en el
tercer vaso que esta vació, otro con apio donde al abrirlo por dentro se puede
ver por donde paso el color, otro parecido con flores blancas, lo cual explica
como algunos floristas las pintan de colores raros o poco comunes como el azul,
etc.
Esta
acción capilar explica porque las plantas transportan agua con sustancias
disueltas en ella como sales minerales, porque se puede pintar con acuarelas,
porque se rompen las galletas al remojarlas en leche y demás ejemplos de nuestra vida cotidiana.
Este
experimento me recordó a otro dato curioso, el color característico de los flamingos (rosa como el más
conocido, pero también puede ser rojo o anaranjado), que se debe a su
alimentación. Ellos comen camarones, plancton, algas y crustáceos, los cuales
contienen un compuesto químico llamado cantaxantina el cual es un pigmento que
está presente en la naturaleza, el cual se descompone en el hígado del flamingo
para luego dispersarse en su plumaje, pico y patas. Esta explicación es para que no llegues a pensar que porque el flamingo
coma algo rosa se pinta de rosa.
Finalmente,
a que quiero llegar, pues que, con todo esto en mi cabeza, me vino una
reflexión si todo lo que consumimos se
refleja en nosotros, tanto interiormente como exteriormente, pero claro me
lo imagine de una forma más vistosa como los flamingos en el exterior e
interiormente como el apio. Me pregunte
entonces que tan cierto es la afirmación somos lo que comemos. Consumimos
tanto de nuestro exterior, no me refiero solo a los alimentos y las bebidas,
sino también a las personas y lugares que frecuentamos, lo que aprendemos como
diría Sócrates, etc. Recuerda que también vivimos en un mundo globalizado,
lleno de información, publicidad, cultura, etc. Con tanto que “comemos” de
tantos lugares, te pregunto y tú ¿De qué
color eres? Y
bueno ahora que lo saben a hacer ruido en este mundo.
Libro consultado: Banquete de Platón, publicado el
año 2010, con traducción y notas de Marcos Martínez, de la colección Biblioteca
Grandes Pensadores, de la editorial española Gredos.
Para saber más del experimento de capilaridad: http://educaconbigbang.com/2013/08/experimento-de-transferencia-de-agua-entre-dos-vasos/
Para saber más de los flamingos y la razón de su
famoso color:
http://www.vix.com/es/btg/curiosidades/3887/por-que-los-flamencos-son-rosas
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